miércoles, 26 de abril de 2017

Me quedo contigo.

Desde que asaltamos el sofá y lo llenamos de ropa, de comida y de nosotros, trasnochar me gusta todavía más. Eres el mal hábito que mi niño interior se resiste a dejar con el nuevo curso. Hace demasiados minutos que mi tiempo se mide en contigo y sin ti. Sigo preguntándome qué me trajo aquí. O a ti.

Qué puto escándalo se forma a nuestro alrededor cada vez que nos rozamos. Quiero escribirte ahora, ahora que puedo centrarme en los besos que me robas, ahora que no tengo que echar de menos tus manos por mi cuerpo. Te delata la mirada y yo no puedo esconder mi sonrisa. Si pudieras escucharte, si pudieras ver quién eres, sobre todo, cuando no estás. Cuando apareces de la nada y te conviertes en todo.

No esperaba visita. Sabía que este año vendría con ojeras, pero no que estas tendrían tu nombre. Sabía que habrían escapadas, noches borrosas y alguna duda tonta, pero no una voz que pidiera poesía. Tampoco estaba prevista la sobrecarga de que tus susurros en mi oído tendrían más fuerza que cualquier tormenta. No te esperaba, pero espero que no te vayas nunca. 

Me encanta estar contigo, me encanta no saber que hora es cualquier día entre semana. Despertarme con tus miradas, desayunarte a deshoras. Y ahora, ahora que para esto todavía es pronto, y que tus dudas son motivos para quererte más fuerte, decirte; que si me dan a elegir, entre todo lo demás y tú, me quedo contigo.




/Álvaro




No hay comentarios:

Publicar un comentario

#agradecimientos

#agradecimientos

#sobrelosdos

#sobrelosdos